EUROPA
PRESS
8 mayo
2017
Con el paso del tiempo la piel comienza a sufrir los signos del
envejecimiento como son flacidez, sequedad, falta de elasticidad, aparición de
arrugas y disminución de la capacidad regenerativa.
El
ácido hialurónico es una de las técnicas más extendidas y que se utiliza con
éxito desde hace años para combatir algunos de estos signos del paso del
tiempo. Esta técnica consiste en la aplicación de este compuesto a través de
inyecciones que buscan rellenar pliegues o crear volúmenes con el fin de
combatir las arrugas y recuperar el volumen perdido con el paso del tiempo.
La
eficacia de esta técnica reside en que tiene una gran capacidad para atraer y
retener agua, lo que permite rehidratar la piel y hacer que luzca más tersa,
aumentando su grosor y eliminando los surcos. También produce una regeneración
de las capas más profundas y superficiales de la piel, porque aumenta la
producción de colágeno propio.
El
ácido hialurónico se ha inyectado en estos últimos años a niveles medios o
profundos en la piel o por debajo de ella, por lo que las arrugas finas como
las llamadas patas de gallo y otras arrugas superficiales no eran buenas
candidatas al mismo.
Nueva técnica
En
estos meses ha irrumpido en el sector de la medicina estética una nueva
técnica, conocida como Blanching, con ácidos hialurónicos de reticulación dinámica que consigue borrar
estas arrugas finas.
Este
nuevo protocolo, que cuenta con la aprobación de la Agencia Americana del
Medicamento, se basa en inyecciones muy superficiales de esta nueva gama de
ácidos hialurónicos sin posibilidad de dejar bultos,
nódulos, ni coloración azulada, para tratar las arrugas finas estáticas y
mejorar sustancialmente las arrugas de expresión.
La
técnica Blanching permite borrar arrugas finas sin
afectar la expresión y proporcionando además una hidratación visible en la
piel.
Otras zonas de aplicación
Otras
zonas de aplicación además de las patas de gallo son los pliegues nasolabiales, las líneas de marioneta, el entrecejo y
cualquier arruga fina del rostro. Incluso las marcas de acné.
La
técnica blanching es un procedimiento que requiere de
mucha experiencia y destreza por parte de médico que lo aplica, ya que emplea
un plano de infiltración muy superficial, dejando microdepósitos
de ácido hialurónico justo en la hendidura de la arruga, sin provocar
abultamientos o exceso de producto.